Los Cactus, flores suculentas

Los cactus son flores cactáceas, pertenecientes a la familia de las suculentas (plantas en las que la raíz, el tallo o las hojas han ganado grosor para así permitir almacenar mucho más agua que las plantas normales) y son especialistas en vivir en regiones de clima seco y abierto, con mucho sol y en los suelos formados por grava y arena, donde el agua se desliza muy rápidamente.

Hay más de 2.500 variedades de cactus, que crecen con distintas formas y tamaños, y pueden vivir durante muchos años, siempre manteniendo sus colores y su fuerza, aunque pasen por grandes períodos sin lluvia.

Para sobrevivir en estas condiciones, la planta del cactus tiene raíces superficiales ramificadas y largas, que aprovechan la poca humedad en el suelo.

 

Las espinas también ayudan a reducir la pérdida de agua así como a protegerse de los depredadores.

Son flores que se adaptan a diferentes lugares, y pueden ocupar espacio mínimo. Su tamaño varía de entre dos centímetros a 10 metros de altura, esta cualidad hace que el cactus sea una planta ideal para el hogar, pero necesita recibir la luz del sol directamente durante todo el día.

Todas las variedades de cactus florecen, y después de la primera floración, cada año vuelven a florecer en la misma temporada en la que lo hicieron por primera vez.

Cuando se cultivan en macetas, el cactus debe estar expuesto al sol, con suficiente ventilación y poca humedad. Lo mini cactus tienen menor resistencia a la luz directa del sol, lo que permite que se cultiven en zonas bien iluminadas de la casa, pero sin exposición directa al sol.