Las palmeras se han convertido una de las especies más
solicitadas en los viveros,
básicamente por su excepcional valor decorativo y su relativamente fácil cultivo
y mantenimiento. Pero, si queremos asegurarnos de conseguir el mejor ejemplar y
en las mejores condiciones, lo más importante es acudir a viveros de palmeras.
Las palmeras son especies arbóreas que se caracterizan por
estructurarse en un tronco único, generalmente sin ramas, que se corona con un
rosetón de hojas. En los viveros de
palmeras se pueden encontrar las más conocidas de las cerca de 3.000
especies identificadas de esta familia vegetal originaria del Trópico y áreas
limítrofes.
En casi todos los viveros
hay palmeras, sobre todo, cultivadas para interiores como la kentia, las
Chamaedoreas o las Arecas. Si estamos buscando alguna familia más exótica o
necesitamos ejemplares de mayor tamaño para plantarlos en jardines, es mucho
más eficaz recurrir a viveros de
palmeras, donde hay incluso algunos más resistentes al frío, uno de los
grandes enemigos de este tipo de plantas.
En zonas de clima templado, el cultivo de la palmeras en el
exterior es más sencillo que en el interior. Los profesionales de los viveros de palmeras aconsejan sobre las
condiciones que necesita cada una de estas plantas, en cuanto a riego, abonado
y exposición a la luz, sus tres necesidades básicas. También, los viveros son la mejor referencia para
informarnos sobre las posibles plagas, que le pueden atacar al ejemplar que
hemos adquirido, y sus necesidades concretas en cuanto a aportes minerales
específicos para mejorar su crecimiento.
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