lunes, 12 de noviembre de 2012

Un suelo equilibrado es el mejor aliado de un jardín ecológico


Conseguir un suelo sano debe ser la tarea esencial de cualquier propietario que quiera disfrutar de un jardín ecológico en su máximo esplendor durante cualquier época del año. No en vano, el suelo es la fuente de la que se alimentarán nuestros especímenes vegetales y de que pueden llegar sus grandes enemigos, la sequía o el exceso de agua que secarán o pudrirán las raíces, respectivamente, y con ello enfermarán nuestras plantas.

Esencialmente deberemos estar pendientes de que el suelo de nuestro jardín cuente con las características necesarias para que en él se desarrollen los microrganismos que ayudarán al crecimiento de nuestras especies de vegetales. Bacterias, lombrices, hongos… son aliados incondicionales de nuestro jardín sostenible. Para que sobrevivan en él, es imprescindible que su textura sea esponjosa, algo fácil de conseguir removiendo los primeros 20 centímetros de la superficie para airearla y contar con la colaboración de las lombrices que son excelentes para drenar el suelo.

Compost
Compost
Un magnífico truco para mejorar el nivel de nutrientes del terreno de nuestro jardín es incorporar conchas de distintos animales, ya que estas contienen una considerable proporción de minerales que se incorporarán al suelo, además de que ayudan a equilibrar el nivel de humedad.

Y, no olvides empezar cuanto antes a hacer tu propio abono. No hay mejor forma de alimentar a las plantas de tu jardín ecológico que mediante compost. Un cajón oscuro en el que vayas echando los restos de verduras y frutas, mezclados con lombrices, ceniza, arena y estiércol será suficiente para conseguirlo.

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